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Road trip to Donosti

Con motivo del partido de la Selección de Euskadi en Anoeta, algunos colegas hemos ido de viaje a Donosti. Sitio que desconocía porque creo que sólo he estado una vez de pequeño. Todo empezó en la torti (como no), ahí nos reunimos Liza, Piña, Gally, Barbax, Arkan, Aitziber, Haizea, Alberto y yo. Pusimos bote para la gasolina y autopista, y emprendimos viaje a Giputxilandia. Piña y yo llevabamos coche.

EL viaje fue perfecto, una horita y algo, envuelta en la música que preparó Alberto para la ocasión. Consultar Acordes y desacuerdos para ver la música que me cargó en el mp3. LLegamos sobre las 18:00 a casa de Arkan, casa alquilada puesto que Arkan estudía en Donosti, y acondicionamos las habitaciones. También tomamos un tentenpié y preparamos los bocatas pal partido. Ya eran las 19:30 y había que marcharse pa Anoeta, cogímos el buseto y nos plantamos 10 antes del partido en la tribuna norte. Al principio todo eran quejas sobre el aforo de Anoeta. Había un huevo de asientos libres, cosa que no pasa en San Mamés, donde se agotan las entradas teniendo casi el doble de capacidad de Anoeta. Pero bueno, la fiesta del fútbol vasco seguía en las gradas con miles de ikurriñas.

El partido fue una kakota, los de Honduras tenían la calidad de un tercera división, y los jugadores de Euskadi no demostraron mucho. Se pueden salvar los dos goles de Fran, Fran, Fran Yeste! pero se les tuvo que meter un par de golillos más, al final 2-0 a favor se nuestra Selección. Ante el sopor que daba ver el partido nos divertiamos viendo como se montó una pequeña bronquilla entre unos antidisturbios y unos liantes.

Después del partido vino la caminata del siglo hasta llegar al Casco Viejo. Ante las noticias que decían que como era miércoles los bares cerraría pronto, los animos se estaban desvaneciendo pero una vez en el jolgorio, los animos se pusieron a tope. Logramos hacer un pequeño poteillo antes de que empezasen a cerrar bares y luego nos dirigimos a un club un poco raro al que nos llevó Arkan (sabio conocedor de la noche donostiarra). En él, Alberto, Liza y yo acabamos tomando un tequila en vaso un poquito más grande de lo normal, como dice Liza, tequila de trago largo. Aquí empezó la cosa a animarse más y más, de allí callegeamos un poco por unos cuantos bares hasta llegar al rompeolas que está en frente de Kursaal. La mar estaba terriblemente movidita y Alberto, Gally y yo fuimos a hacer la gracia de sacar una foto cuando una ola choquó contra las piedras que estaban detrás nuestro. Unos seis metros de agua pulverizada y salitre se avalanzaron contra nosotros. Alberto y yo pudimos escapar, pero Gally se empapó totalmente.

Del rompeolas fuimos a un pub cercano, y de ahí sobre las 3:30 empezamos el camino a pie que nos llevaría a casa de Arkan. Una odisea de 30 min por el paseo de la Concha con un frío que te mueres. Algunos locos tuvieron el valor e descalzarse e ir un rato por la playa, gran error a judgar sus pies hipercongelados. Una vez en casita cada uno a su saco, eso sí antes de dormir bastantes risas de tipicas paridas de esas horas de la madrugada. Una noche memorable aunque algunos ronquidos te despertasen de vez en cuando.

La mañana siguiente dimos un paseíto por el paseo de la playa de Ondarreta hasta el Peine del Viento. Sacamos unas fotitos, comimos en casa, recogimos todo lo que habíamos desordenado y volvimos a Bilbao. Esta vez en el viaje de vuelta se notaba en el ambiente el cansacio que sufría nuestros cuerpos. Era la vuelta de un road Trip a Donosti.

PD: He colgado las fotos más interesantes en FotoTXERRYbloG.

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