Soy legal
Ayer hice un año de carnet de conducir. Por consiguiente, ya soy legal para circular sin L y para sobrepasar los 80 km hora. Un año esperando para poder hacer estas dos cosas! jeje! Todavia recuerdo el alivio que sentí cuando el examinador me dió aquella hojita donde se podía ver que no había cometido ninguna falta, exceptuando el manejo del embrague (cosa de la que nadie se libra).
El proceso de sacarme el carnet empezó en julio del 2003, aquel més me curré el teórico y al final del mes aprobé el exámen tras haber hecho cientos de teses. La cosa pintaba bien pues le había metido un gol a ese fantasma que acecha a todo el que se esta sacando el carnet. Me refiero a renovar los papeles, cosa que obliga al pre-conductor a pagar de nuevo la matrícula de la autoescuela.
Pues en septiembre empecé con las practicas con aquel Nissan Almera que tanto añoro. Tras 30 clases creo y con bastante buen manejo del Almera me presenté al primer exámen. Todo lo que había practicado aquel periodo entre septiembre y octubre no bastó a la hora de la verdad. Creo recordar que era el anteúltimo del grupo de aquel día por lo que tuve que sufrir en mis carnes como caían los que se examinaban antes que yo. Los nervios afloraban dentro mí de tras aguantar una hora y media encerrado en el coche escoba (en los exámenes siempre van dos coches de autoescuela: delante el que se examina y detrás el coche escoba).
Llegó la hora de la verdad y cogí el coche literalmente muerto de medio (antes que yo habían pencado tres). Me acuerdo que cogí el coche en Zorroza y en 5 min ya había pencado. Vaya cambio de ambiente, en la clases de practicas estaba todo el rato hablando con el profe, pero el día del exámen todo cambio, el ambiente era totalmente cadáver. Tirando para Cruces la examinadora me dijo que cogiese dirección Santander. Yo iba tan pancho por el carril de la derecha hasta que ví que mi carril bifurcaba y no iba a Santander. Me entró tal locura que me cambié de carril echando ostias y casi sin mirar. Tal estrepitoso fue el cambio del carril que hasta asusté a la examinadora. Este fue el resumen del primer penco y tras este barapalo tuve que resarcirme ya que si pencaba el seguiente tendría que renovar papeles.
Tras cinco clases obligatorias, me enfrente al segundo exámen práctico. Todo cambio, nos dejaron elegir el orden de examinarse, con lo que logré ser el primero. De esta manera no tendría que acumular el estrés que produce ver caer gente delante tuyo. Al final todo salió bien, un paseito por San Antonio (Etxebarri) de 20 minutillos y aprobé. Vaya peso me quité de encima!
El proceso de sacarme el carnet empezó en julio del 2003, aquel més me curré el teórico y al final del mes aprobé el exámen tras haber hecho cientos de teses. La cosa pintaba bien pues le había metido un gol a ese fantasma que acecha a todo el que se esta sacando el carnet. Me refiero a renovar los papeles, cosa que obliga al pre-conductor a pagar de nuevo la matrícula de la autoescuela.
Pues en septiembre empecé con las practicas con aquel Nissan Almera que tanto añoro. Tras 30 clases creo y con bastante buen manejo del Almera me presenté al primer exámen. Todo lo que había practicado aquel periodo entre septiembre y octubre no bastó a la hora de la verdad. Creo recordar que era el anteúltimo del grupo de aquel día por lo que tuve que sufrir en mis carnes como caían los que se examinaban antes que yo. Los nervios afloraban dentro mí de tras aguantar una hora y media encerrado en el coche escoba (en los exámenes siempre van dos coches de autoescuela: delante el que se examina y detrás el coche escoba).
Llegó la hora de la verdad y cogí el coche literalmente muerto de medio (antes que yo habían pencado tres). Me acuerdo que cogí el coche en Zorroza y en 5 min ya había pencado. Vaya cambio de ambiente, en la clases de practicas estaba todo el rato hablando con el profe, pero el día del exámen todo cambio, el ambiente era totalmente cadáver. Tirando para Cruces la examinadora me dijo que cogiese dirección Santander. Yo iba tan pancho por el carril de la derecha hasta que ví que mi carril bifurcaba y no iba a Santander. Me entró tal locura que me cambié de carril echando ostias y casi sin mirar. Tal estrepitoso fue el cambio del carril que hasta asusté a la examinadora. Este fue el resumen del primer penco y tras este barapalo tuve que resarcirme ya que si pencaba el seguiente tendría que renovar papeles.
Tras cinco clases obligatorias, me enfrente al segundo exámen práctico. Todo cambio, nos dejaron elegir el orden de examinarse, con lo que logré ser el primero. De esta manera no tendría que acumular el estrés que produce ver caer gente delante tuyo. Al final todo salió bien, un paseito por San Antonio (Etxebarri) de 20 minutillos y aprobé. Vaya peso me quité de encima!
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